3 feb 2023

¡Feliz cumpleaños!

 2023












Ricardo Díaz Borregales nace un 3 de febrero de 1978, en Santa Ana de Coro. Diseñador gráfico, TSU en Artes Audiovisuales, poeta y  narrador. Sus inicios en la escritura se remontan a la columna “La vida es basura”, de su época de estudiante (Valencia, 1999-2000). En  2008 publica su primera novela, "La Casa", la cual despertó un gran interés en la juventud coriana de la época. Luego vendría "La vida es basura", en 2011; y "Diablo, adorado Diablo", en 2020 (Red de Editores de Venezuela/Letras Emergentes Editores). Su primer libro de cuentos se edita en 2014 bajo el título de "Niños, meteoros y otros causantes del fin del mundo" (Negro sobre blanco); y el segundo, en 2017, con el sugerente nombre de Koro y otras partes. En poesía tiene publicado "Herida, costra y cicatriz" (Madriguera, 2016). Ha obtenido diversas menciones en Concursos literarios nacionales e internacionales. Mantiene en la web el espacio http://ricardodiazborregales.blogspot.com/

Sobre la obra de Ricardo Díaz Borregales, la poeta e investigadora Maylen Sosa ha escrito: "Desde su primer libro, La casa (2008) la narrativa de Ricardo Díaz Borregales nos sumerge en un universo oscuro e intemporal, que imaginamos antiguo, de atmósferas trágicas y profundas. 

Con meticulosidad de orfebre, el autor va urdiendo la historia, entregando los elementos de un mundo abigarrado y sensual, y el relato va ofreciendo enigmas, misterios que paulatinamente se van develando en su dimensión más sorpresiva y retorcida, así, el alma humana mostrará sus recodos y abismos, los pozos de oscuridad que guarda, y nos encontraremos cara a cara con nuestro lado más oculto, con el ámbito resguardado de los deseos, miedos y experiencias más terribles".

FRAGMENTO DE LA NOVELA DIABLO, ADORADO DIABLO

Terminamos de comernos los cepilla'os sin decir nada más. Luego Márgara me tomó del brazo y nos fuimos caminando como un par de novios por el Paseo Alameda.

Ah, Coro. La melancólica Santa Ana de Coro. Siempre la quise así, pequeña, tranquila y llena de costumbres. Con su sol abrasador, su ardiente medanal y su empedrada zona colonial. Oh, pero Coro ha dejado de ser Coro. A Coro se la llevó el Diablo. Su recuerdo es como una foto que ha estado demasiado tiempo expuesta al sol, descolorida; o como una acuarela que ha sufrido los estragos de la humedad y el paso del tiempo, hasta prácticamente desvanecer. Hoy necesito imaginarme una nueva Coro, una distinta, con menos gente, con menos venta de calembes; menos inmoral y envilecida, más parecida a una obra, digamos, ¿de Dalí?, delirante y surreal. Con cuadros vivientes por doquier y poetas declamando en cada esquina. Con plazas ataviadas de los viajantes de Doris Alves, del verdor botánico de José Barroso, de los coloridos artilugios Pemolándicos y de las refrescantes fuentes Duchamp donde poder hundir el cogote. Quiero imaginármela así.

De: "Diablo, adorado diablo" (2020)

Fotografía: Fernando Acosta

EDITORIAL EL SOL DE BARRO


Muchas gracias al maravilloso equipo del Sol de Barro